Manolo Caracol alegró con su cante a las enfermas de El Tomillar

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Manolo Caracol

1934

Las muchachas internas en El Tomillar vivieron ayer una noche inolvidable. Cuando ya caía la tarde, un coche llegó a las puertas del sanatorio antituberculoso y de él se bajaron tres jóvenes trajeados. Ninguna de las enfermas sabía que aquellas personas iban a convertir una aburrida y silenciosa noche de reposo en una gran juerga flamenca.

Los visitantes eran el guitarrista Ricardito y los cantaores Manuel Martínez “El Melu” y Manuel Ortega “Caracol”. De este último, un apuesto gitano de 24 años y tataranieto del mítico “Planeta”, se dice en los mentideros flamencos que apunta a figura del cante. Y a fe que lo demostró.

Manolo Caracol
Caracol canta por soleares, con el acompañamiento de la guitarra de Ricardito y las palmas de “El Melu”.

Una vez hechas las presentaciones por el doctor cirujano Don Fermín, se habilitaron unas sillas y comenzó la fiesta…  Una falseta de lujo de la guitarra de Ricardito da pie a Caracol quien, con las manos tendidas y los ojos cerrados, se arranca por fandangos y soleares. El personal del sanatorio y las enfermas aguantan la respiración. Por las ventanas abiertas entra un fuerte aroma a tomillo, preludio de la primavera que ya cerca a Dos Hermanas. Al terminar, el torrente de aplausos se solapa con los primeros compases de Manolo “El Melu” que, con un gracioso movimiento de codos, empieza a tocar las palmas con compás y entona unas sevillanas corraleras con esta letra: “Puse confianza en ti / que su dursura y una rubia me negó, / una rubia me negó/ esperando que si yo le daba er sí. / Si me quieres, con los remos del amor / pasaremos una vida muy feliz / bajo un cielo, bajo un cielo abrasador.»

La velada se alargó hasta que los médicos lo permitieron. Las jóvenes, privadas de salud y diversiones, se acostaron por un día con una sonrisa en los labios…

Manolo Caracol
Un fandanguillo arranca la sonrisa de una sorprendida muchacha.

Efemérides

23/2/1716

Enterrada una doncella natural de Quito

En la iglesia parroquial de Santa María Magdalena ha recibido sepultura hoy Josefa Básquez, de estado doncella y natural de la ciudad de Quito, en las Indias. Vivía en Dos Hermanas, en la casa de Francisco Domínguez de Rivas, adonde la dejó su pariente, el presbítero Bartolomé Básquez de Lara y Rubio, por haberse vuelto a las Indias. Esta mujer, indígena que tomó el apellido de su señor, no ha testado ni se han hallado bienes a su nombre. Tocó a la fábrica treinta reales de vellón.

24/2/1975

El árbitro del Dos Hermanas-Betis tuvo que salir custodiado

El colegiado Santos González tuvo que salir custodiado por agentes de la fuerza pública del campo municipal de Lissén, tras una desastrosa actuación en el partido Dos Hermanas-Betis B, de la Primera Regional (Grupo II), que terminó con el resultado de 1-2. A pesar de adelantarse el Dos Hermanas en la primera parte con gol de Onio (a pase de Payo), el Betis dio la vuelta al marcador en los minutos 75 y 83 con un doblete de Arena, remontada que contó con ayuda arbitral según el público local.

El Dos Hermanas (que presentó un equipo formado por Aguayo; Claraco, Manuel, Velasco; Malía, Julito (Nino); Terry, Gutiérrez, Payo, Onio y Ayala (Guzmán), es alcanzado por el filial bético y queda 6º en la tabla con 28 puntos, a 8 del líder, el Jerez Industrial.