Fue inolvidable hermano mayor de la coronación de la Virgen de Valme
Viene hoy a nuestras páginas un personaje muy conocido en Dos Hermanas: Manolo Moreno. Y es conocido por muchas facetas entre ellas su buena memoria pero, sobre todo, por el papel tan fundamental que tuvo en la coronación de Nuestra Señora de Valme, la imagen mariana de sus amores y de los amores de nuestro pueblo.
Nace Manuel Moreno Pérez el 26 de septiembre de 1937, hijo de Eduardo Moreno Siles y Rafaela Pérez Morales. Su padre era de la localidad jienense de Torreperogil y su madre de Dos Hermanas. Eran sus abuelos paternos Bartolomé Moreno Gordillo, de oficio herrero, y Carmen Siles de la Torre, dedicada a sus labores, ambos naturales de Torreperogil. En cuanto a los maternos eran Manuel Pérez Claro, labrador y panadero, natural de Dos Hermanas y María Morales Fresne, panadera, nacida en Sevilla.
Su padre, tuvo varios negocios en Dos Hermanas como una mercería y una administración de loterías que llevaba su madre pero, sobre todo, destacó por ser secretario en el ayuntamiento de alcaldes como don Fernando Fernández Martínez –el conocido ‘Chato el Platero’- y don Francisco de Paula Gómez Carballido –conocido también popularmente como Curro ‘El Lagunero’-.
Manolo ha tenido dos hermanos: Carmela y Eduardo, casado éste con Carmen Redondo Carballido. Vivía con ellos en una casa en la Cruz de los Caídos en la actual Plaza de la Constitución –‘Los Jardines’- antes llamada de José Antonio Primo de Rivera.
Nuestro personaje estudió en el colegio de la Sagrada Familia de Hijas de la Caridad de San Vicente, y completó su formación como perito mercantil en una academia que se encontraba en los pisos que hoy se abren en la esquina de la calle Real con la plaza de la Constitución. En ella bajo la enseñanza de don Carlos Burguillos Gil, doña Elvira Burguillos Gil, don Antonio Fernández, don Francisco Gómez Porcel, don Gabino Gerena y doña Aña María obtuvieron el título de perito entre otros María y Manolo Torres Salguero, José Varela Díaz, Juan Varela Gómez y Elena Barcenas. Manolo luego ha trabajado de jefe de ventas en Comercial Autotractor, empresa dedicada a la venta de maquinaria agrícola.
Nuestro hombre está casado con Mercedes Moreno Sánchez, natural de El Coronil, hija de Lucas Moreno Soto, natural de El Coronil, y Pastora Sánchez Cejudo, natural de La Carolina. El padre de Mercedes tenía una fábrica de harinas en El Coronil.
Mercedes se crió en Dos Hermanas con su tío Blas Moreno Soto, viudo de su tía Rosalía Ruiz, y con sus tres primos Mercedes –que vive con Manolo y su esposa-, Pepita –que era religiosa salesiana- y Andrés.
Para completar la familia de Manolo diremos que tiene tres hijos: Mónica María de Valme, casada con Manuel Román Claro y madre de Manolo, Reyes y Eduardo; María Esther, casada con Pedro Rodríguez Cárdenas, y madre de Eduardo, joven seminarista de la archidiócesis de Sevilla que se ordenara pronto de diácono, y de Mercedes José y un hijo, Eduardo, que permanece soltero.
Pero, sobre todo, nos interesa resaltar la vinculación a Valme de Manolo y el papel que ha tenido en la historia de la hermandad y de la devoción comunal de nuestro pueblo. Ya en los mandatos de Fernando Gómez García (1964-1965), de la gente de los ‘Chamorros’, y Francisco de Paula Gómez Carballido (1966-1967), que ya hemos dicho que era un ‘Lagunero’, Manolo ocupó en la junta de Valme el cargo de secretario. Antes había sido vocal con Carlos Delgado de Cos (1950-1954 y 1956-1959). Mas destaca por haber sido hermano mayor entre 1967 y 1974. Se cumplen pues cincuenta años de que accediera al cargo. Y, ante todo y sobre todo, por ser el hermano mayor de la Coronación de la Virgen.
Y nos interesa saber de boca de Manolo como se fue fraguando el deseo de coronar a tan singular imagen. El afán de Manolo venía de escuchar en Valme a Antonio Peña Sánchez y José García López ‘Rivitas’ que había que coronar a la Virgen. Ambos pedían continuamente la coronación. En una de aquellas reuniones, siendo Carlos Delgado de Cos hermano mayor y el padre de Manolo secretario –que lo fue según Manolo con don Manuel Andrés Traver (1925-1931 y 1942-1947), alcalde que fue de la villa, y con el citado Carlos Delgado de Cos- se acordó que una comisión fuera a ver al arzobispo de Sevilla, cardenal don Pedro Segura para exponerle el asunto. Fueron el citado hermano mayor y el secretario. El cardenal dijo que si una imagen tenía mérito para coronarse era la Virgen de Valme y que tendrían todo su apoyo.
Al siguiente cabildo general, se dio cuenta de la visita al prelado y todo fue alegría. Al mismo tiempo alguien en la reunión dijo: “pero…”. Había que reunir mucho dinero y salvar muchos obstáculos.
La idea se fue diluyendo y se echó en el olvido. Mas Manolo mantuvo la esperanza de ser hermano mayor y poder coronarla. Lo cierto es que fue elegido hermano mayor a los veintinueve años en noviembre de 1967. Era el hermano mayor más joven junto con Isidoro Peña Sánchez. En la primera reunión de junta el primer punto que expuso fue gestionar la coronación.
La primera visita que hicieron fue para que les informaran en Utrera sobre la coronación de la Virgen de Consolación y visitaron a Salvador de Quinta Rodríguez. Manolo cuenta que fueron en una noche que llovía mucho en diciembre de 1967 él, José López González –‘El Quito’-, José Arahal Salguero y Juan Gómez Justiniano. Fue una entrevista inolvidable y Salvador de Quinta, que había sido hermano mayor en la coronación de la Virgen de Consolación, les informó de lo que habían hecho ellos.
Así pues, se empezó a abrir el expediente, colaborando mucho José María Gómez Sánchez. Se nombraron también una serie de comisiones y así empezó el proceso.
En el mes de septiembre de 1972 se le entregó el expediente de la coronación para llevarlo a Roma en mano al sacerdote don José María Piñero Carrión. El expediente se lo llevaron dos personas el mismo Manolo y Miguel Gil Pachón. La cita fue en Castilleja de Guzmán en el colegio mayor. Un dato curioso es que se pagaron once mil pesetas para la coronación.
Luego, venía el espinoso asunto de quienes iban a ser los padrinos de la coronación. Unánimemente la junta acordó por consejo del cardenal don José María Bueno Monreal, a la sazón arzobispo de Sevilla, que fueran los entonces príncipes de España don Juan Carlos y doña Sofía. En un escrito redactado por Pedro Liaño Gómez se les invitaba a ser los padrinos y a él se le nombraba hermano mayor honorario y a ella camarera honoraria. La casa del Príncipe, contestó aceptando los cargos de hermano mayor y camarera pero no los de padrinos puesto que se comprometerían muchísimo cara a otras peticiones. Hay que entender la avalancha de solicitudes que les podían venir a los entonces príncipes de España si aceptaban la solicitud nazarena y la reacción que tomaron. Manolo resalta que el escrito de la casa del Príncipe estaba firmado por el general Armada.
Entonces, ante esta respuesta, y viendo que ya estaba cercana la coronación se invitó al entonces vicepresidente del gobierno, almirante Luis Carrero Blanco y a su esposa Carmen Pichot, para que fueran padrinos. Por cierto que hubo una cierta oposición del cardenal Bueno Monreal, que era muy astuto como es sabido en cuestiones de política en el más alto nivel, pero, como dice Manolo, al fin y al cabo aceptó. Aceptó y se le hizo una visita en Gelo, finca de su yerno Mariano Borrero Hortal, que era presidente de la diputación de Sevilla. Pero es hora de dejar por hoy esta historia donde se mezcla, sin duda, la más alta política con la religión y el sentir de un pueblo. Seguiremos la semana que viene.