Manuel Gerena es un artista reivindicativo con más de 3.000 conciertos
Manuel Gerena lleva más de 60 años subido a un escenario como cantaor, o mejor dicho, cantautor flamenco. No recuerda que en su casa hubiera nadie dedicado a este arte aunque haciendo memoria sí que le vienen a la mente sones de su madre cantando colombianas. Empezó a escribir antes que a cantar y a pisar escenarios de todo el mundo. Se ha codeado de grandes autores y artistas, como Rafael Alberti.
Manuel Gerena ha publicado recientemente el libro «Sobre el amor y el desencanto» y hace poco salió el DVD en directo «Manuel Gerena en vivo. Un rebelde con causa».
Sobre su lucha constante, su vida y su trayectoria profesional nos habla Manuel Gerena.
¿Cómo se acerca al mundo del flamenco?
Empecé a escribir de forma natural, antes que a cantar, pero en términos flamencos es decir, no con versos libres sino con métrica flamenca y así iban saliendo letras de fandangos, por ejemplo -que es un palo amplio-, malagueñas, tarantas, granaínas,… Nací en La Puebla de Cazalla y con diez años ya estaba trabajando en el campo, es decir, intelectualmente no estoy formado. La poesía tiene un lenguaje sencillo pero profundo y ahí me agarré yo. Empecé a ver las injusticias de la vida cuando siendo niño no podías ir al colegio sino a trabajar. Con 13 años fui a Sevilla a trabajar de electricista y empecé a acercarme a Comisiones. Adquirí una concienciación social fuerte.
Esas injusticias, ¿las reflejaba en sus textos?
Siempre. La temática era y es social, he sido y soy reivindicativo. Me han detenido muchas veces, me han quitado el pasaporte,… pero seguía y sigo en la lucha. En 1973 antes de morir Franco- escribí mi primer libro «Cantes del pueblo para el pueblo» y se vendieron 12.000 ejemplares, ocho ediciones. Me decían que tuve más ventas que algunos libros de Miguel Hernández o de Machado.
Y dio el salto a los escenarios para interpretar sus letras flamencas, ¿comenzó asistiendo a concursos?
No, al principio fui a algunos pero pocos. Yo era muy incómodo porque defendía a la clase trabajadora con mis letras; lo mío era cante reivindicando libertad, amnistía,… era la oveja negra del flamenco y, lo sigo siendo, aunque ahora tengo libertad. Son 40 años de democracia, se ha avanzado mucho pero aún queda mucho caciquismo y lo que hay que hacer es no repetir errores del pasado. Decían que yo era el primer cantautor flamenco.
Tantos años en esas reivindicaciones, a través de la cultura, ¿ha conocido a autores que también estaban en esa lucha?
Sí, a muchos. Puedo resaltar una anécdota conocí a Rafael Alberti en 1969, en el pueblo donde vivía Picasso, en un homenaje que se le daba al pintor. El poeta me invitó a Roma, donde él vivía, porque los exiliados sabían y conocían a los que estábamos aquí luchando. Para llegar hasta allí pasé por Vallauri para ver a Picasso pero estaba ocupado. Sin embargo, le dio una bandera republicana para que se la hiciera llegar a Alberti. A la llegada, el poeta me tenía un pergamino preparado con unos versos. Desde entonces tuve contacto con él y con María Teresa León. Además, he participado en actos conmemorativos en su honor.
Después de esa intensa vida y trayectoria recala en nuestra ciudad…
Sí, soy amigo de Antonio Morillas y de CTV Teatro. También hemos hecho alguna que otra colaboración con componentes de este grupo y con el mismo Antonio. Y espero que sean muchas más.
Tras el parón de la pandemia ha comenzado una nueva gira.
Sí, el parón ha sido largo. Hace unos tres meses vio la luz «Manuel Gerena en vivo. Un rebelde con causa», un álbum grabado en directo y el libro «Sobre el amor y el desencanto». Ahora, poco a poco, se va retomando todo aunque en espacios con aforo reducido. Después del verano tengo previsto que salga una recopilación de mis libros titulado «Antología poética. Justicia para la paz».
En todos estos años he ofrecido más de 3.000 conciertos, tengo ocho libros escritos y 36 discos publicados. Y así pienso seguir; hay que continuar en la lucha.