Manuel Mena ha sido muy popular por el trabajo que ha desempeñado
El olor del castizo barrio de San Sebastián y sus vecinos alrededor de las imágenes del Cristo de la Vera-Cruz, la Virgen del Mayor Dolor, la Asunción a los Cielos, San Sebastián, San Francisco de Asís, San Judas Tadeo, Santa Lucía, etc. ha impregnado muchas veces mis artículos en El Nazareno -o las comunicaciones en diversos congresos o artículos en diversas revistas- pues he procurado estudiar lo más posible la que es mi hermandad pues yo me considero, en el mundo de las cofradías, ante todo veracrucista.
Y hoy voy a hablar de un veterano veracrucista de pro: de Manuel Mena Sousa, que es el hermano número 4 de la cofradía.
Nace Manuel Mena el 20 de agosto de 1936, hijo del nazareno José Mena Caro -de la gente de los ‘Pelaos’ que trabajaba en una finca de los Chamorros, ‘Los Adaines’, e Isabel Sousa Valderrama, natural de El Coronil que trabajó mayoritariamente como ama de casa y un poco en los almacenes de aceituna de José Gómez Claro, ‘El Chamorro’. Tuvo dos hermanos: José, ya fallecido, y Juan Antonio. La familia vivía en la calle Campoamor, hoy llamada Clara Campoamor aunque su padre había vivido antes en Cristo de la Vera-Cruz.
Nuestro biografiado estudió en las Escuelas del Ave María toda su infancia. Dio clases particulares con don Enrique Díaz Ferreras y, por ello, mantenía contacto con los alumnos del colegio del Cementerio, hoy San Sebastián. Luego, ya mayor, sacó el Graduado Escolar y primero de Formación Profesional de Auxiliar de Farmacia. El 21 de junio de 1964 casa con Josefa Hervás Montilla, nacida el 17 de abril de 1942 en Dos Hermanas e hija de José Hervás Díaz de Dos Hermanas y Josefa Montilla Santos de Sevilla. Celebraron sus bodas de oro en octubre del 2014.
Han tenido los siguientes hijos:
-Isabel, Graduado Social aunque se dedica a sus labores, casada con el arquitecto Miguel Román Claro, de la gente de ‘Cardito’ y que son padres de Isabel, casada con Javier Rey Ramírez y padres de Javier y Leo; Miguel casada con María Puig Hidalgo padres de María y Adela y María casada con Adrián Mejías Santiago, padres de Inés.
-José Manuel, que trabaja en la fábrica de Ybarra y que es un prestigiosísimo músico, uno de los compositores de música de Semana Santa que está más en boga. Está casado con Mónica García Andrés, que ha estudiado Empresariales, y trabaja en la administración de una clínica.
-Francisco Javier, licenciado en Derecho y en Humanidades y que trabaja en el Ayuntamiento de nuestra ciudad en Promoción Económica e Innovación en tareas de Turismo. Javi Mena es también un prestigioso músico y sus composiciones llenan los archivos de muchas hermandades. Está casado con Valme Gavala González, licenciada en Administración y Dirección de Empresa, que trabaja en una empresa de administración que trabaja para la Junta de Andalucía
Pero, centrándonos en la vida laboral de Manolo Mena, diremos sin haber cumplido los 11 años, el 18 de febrero de 1947, entra como mancebo en la farmacia de don Juan Luis Sánchez López en la plaza de abastos, que todavía regenta su familia. Está en ella hasta los sesenta y cuatro años, edad en que por enfermedad le dan la absoluta un año antes de jubilarse por edad. Entró en la farmacia a través de don Juan José López Gómez, un ‘Chamorro’, médico, -recordemos que el párroco de nuestro biografiado trabajaba con los ‘Chamorros’ que lo recomendó a don Juan Luis Sánchez López. Como bien nos narra Francisco Javier Mena Hervás: ‘De momento él se hace a la farmacia y la farmacia se hace a él’-.
Se hace uno más de la familia y lo considera Juan Luis el Boticario uno más. Todavía la familia de Manolo Mena sigue teniendo relación con los hijos del desaparecido Juan Luis y Concepción Ocaña Rivas; María Luisa, Juan Manuel y Virtudes. El secreto de Manolo Mena en la farmacia es que le gusta mucho el trato con el público. Tiene un trato muy generoso con los clientes.
Pasando al mundo de las mentalidades, y enlazando con la aficiones se encuentra el mundo de las cofradías a las que pertenece nuestro biografiado. Es hermano de Vera-Cruz, hermandad en la que ostenta el número 4; del Rocío en la que tiene el número 3 y en la que entra por ser Juan Luis Sánchez López un ferviente rociero y hermano potente en la hermandad; Valme y Santa Ana. Nuestro biografiado nunca ha faltado a los cultos de sus cofradías.
Pero ¿cuáles son sus grandes aficiones? Desde luego el mundo de las cofradías que le ha absorbido mucho tiempo libre. Le gusta también la música, la lectura y las tradiciones de Dos Hermanas viviendo todas sus manifestaciones. Ahora bien, quitando la Semana Santa que la ha vivido con más intensidad, las demás fiestas las ha vivido con serenidad. Hay que anotar que ha tenido mucho que ver en él la vivencia de las fiestas, sobre todo del Valme, los padrinos de la familia, el matrimonio formado por ese gran cofrade del siglo XX que fue José Díaz Alanís y su esposa María Terrero Carballido -¿se puede tener apellidos más nazarenos?- los cuales casaron a la suegra de Manolo Mena, bautizaron a su esposa, casaron al mismo Manolo y a Pepi y bautizaron a la primera hija, a Isabel.
En cuanto a Josefa Hervás Montilla, a Pepi, ha ocupado también cargos en Vera-Cruz como camarera de San Francisco de Asís y honoraria del Cristo.
Entre sus aficiones estás el cine y la costura. Tiene muchísimo gusto para la confección de prendas.
Y nos gustaría preguntarle a los Mena cómo viven Vera-Cruz. En gran parte lo que nos cuentan es reflejo de nuestra propia experiencia. Yo, que pertenezco a muchas hermandades y con todas me pongo nervioso, no cabe duda que con la que tiemblo más y se ponen los sentimientos a flor de piel es con Vera-Cruz. Para mí, ver la subida del Cristo a su paso el Viernes de Dolores, verlo puesto en su paso con sus iris y sus siemprevivas e igualmente la dulzura de la Virgen en su paso, ver la salida de la Asunción, reina triunfante de la feligresía, crean en mí una serie de sentimientos que mis otras devociones, y son muchas, no logran.
Pues bien los Mena afirman que Vera-Cruz está presente constantemente en el calendario. Casi todo tiene su vertiente y va condicionado por Vera-Cruz. De todas formas, los padres no han querido que los hijos lleguen a la obsesión.
De todas formas, la casa es de grandes veracrucistas. Francisco Javier por ejemplo es un gran asuncionista que ha fomentado contra viento y marea la devoción a la Subida a los Cielos en nuestra ciudad siendo, además, muy conocido en el mundo asuncionista, muy singularmente en la Cofradía de Asunción de la simpar y singular villa de Cantillana donde es muy apreciado. Además, hago caer en la cuenta la costumbre que tienen muchos nazarenos de, una vez recogida la procesión del 15 de agosto, marchar a Cantillana a la ver la Virgen de esta advocación.
Por otra parte, en la calle Galdós -en una de las primeras calles del barrio de San Sebastián- en casa de Manuel Mena Sousa y Josefa Hervás Montilla- se recibe todos los años a la Virgen de la Asunción con colgaduras, alfombras, retablos efímeros, etc. siendo una estampa inolvidable para el que la contempla. Recuerda, salvando las distancias, la calle Martín Rey de Cantillana cuando pasa esplendorosa la Asunción. Desde luego los fervores asuncionistas nazarenos son menores pero en ninguna manera desdeñables.
Me gustaría también decir que Manuel Mena entró en Vera-Cruz como hermano en 1948 ocupando los cargos de fiscal, contador, consiliario, diputado mayor y vocal.
Y, por último, unas palabras para su grupo de amigos: Francisco Anquela Moriano, mi padre Manuel Calderón Martín, Juan y Eugenio Morillas Ferrer de Couto, José Postigo Ponce, etc. Se trataba de un grupo de veracrucistas que había ocupado cargos en la mesa de la Cofradía de San Sebastián. Forman en nuestra memoria el grupo de viejos hermanos que representan toda una edad dorada de la cofradía.
Y finalizo diciendo que Manuel Mena ha vivido su vida entre su trabajo y el amor a su pueblo, a nuestro pueblo, y su cofradía, esa cofradía de toda clase de gente que es la de Vera-Cruz.