La nazarena Mari Carmen Fornet necesita encontrar a alguien compatible para realizarse el transplante que necesita. Afortunadamente cada vez hay más gente solidaria y concienciada con la donación de médula pero sigue siendo insuficiente.
Nunca imaginó que la aparición de numerosos hematomas en sus piernas y el cansancio que padecía finalizara con el diagnóstico de una leucemia linfoblástica aguda.
Todo ocurrió el verano pasado, estando de vacaciones en Málaga celebrando su jubilación y la de su marido. En una visita de fin de semana, sus hermanas se fijaron en sus “cardenales”. “Mi marido me obligó a hacerme una foto y enviársela a mi cuñado que es médico. Él me dijo que me fuera al médico y que me hiciera a la idea de que me iban a dejar ingresada”, relata.
Efectivamente, el 15 de agosto del pasado año le diagnosticaron la enfermedad. Estuvo 15 días ingresada en Málaga y después fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío en Sevilla, en aislamiento porque llevaba las defensas muy bajas, tenía fiebre, etc. Tras un mes y medio hospitalizada recibió el alta y tenía que volver cada 15 días para su tratamiento.
Hace dos meses recibió una muy buena noticia. Estaba curada. No había células cancerígenas. Pero la buena noticia solo duró dos semanas al ser alertada de nuevo por el médico de que la leucemia había vuelto a aparecer. Ingresó de nuevo y desde entonces cuenta con un nuevo tratamiento, de prueba que le está yendo muy bien, según explica Mari Carmen. Pero necesita un transplante de médula. Toda su familia y amigos se han realizado la prueba y no son compatibles por ello hace un llamamiento a todos los nazarenos, sus vecinos, aunque actualmente resida en Sevilla capital.
La prueba consiste tan sólo en una analítica de sangre y la donación en sí es mucha más sencilla que hace poco y no entraña ningún peligro para el donante.
“Les pido a todos los nazarenos que se hagan donantes. Si eres compatible te llaman y es sólo un pinchazo como la epidural o bien pinchándote en los dos brazos. Es muy fácil. Al menos que se acerquen y se informen en el hospital para que vean que no hay ningún peligro”, explica Mari Carmen.
Mari Carmen, junto a su familia y amigos ha iniciado una campaña con el reparto de su foto junto a un texto en el que pide ayuda. Una ayuda que hace extensiva a todos los enfermos de leucemia ya que el banco de donantes es internacional.
Todas las personas interesadas en donar médula pueden acudir al Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) ubicado en la Av. Manuel Siurot, 39, donde recibirán toda la información necesaria. Hazte donante, dona médula, dona vida.
Según explica el CRTS en su página web, el trasplante consiste en sustituir todas las células enfermas de la sangre del paciente por células normales de un donante sano. El trasplante de una pequeña cantidad de células progenitoras (o células madre) se realiza por vía intravenosa como en una transfusión sanguínea. Después de dos o tres semanas, esas células madre empiezan a producir células normales que reconstituyen por completo la sangre del enfermo.
Las células madre pueden obtenerse tanto de la sangre periférica como de la médula ósea, por lo que hoy se ha sustituido el término ‘trasplante de médula ósea’ por el de ‘trasplante de progenitores hematopoyéticos’.
El 70% de los pacientes que necesitan un trasplante de médula no dispone de un donante compatible en su familia. Para ellos, la única posibilidad de curación es encontrar un donante voluntario no emparentado que sea compatible, aproximadamente 1 de cada 4.000.
Puede ser donante de médula cualquier persona con edad comprendida entre los 18 y los 55 años que goce de buena salud: que no padezca o haya padecido ningún trastorno circulatorio, renal, pulmonar, hepático o cualquier enfermedad crónica, y que carezca de antecedentes o riesgo de haber sufrido infecciones por los virus de la hepatitis B, C o SIDA.
El único requisito para donar médula ósea es estar inscrito en REDMO. Para ello, es preciso rellenar un formulario y someterse a un análisis de sangre para determinar la compatibilidad con el posible receptor. El análisis consiste en determinar el HLA (antígenos de histocompatibilidad, equivalentes al grupo y Rh de los tejidos). Esta prueba se realiza en el propio CRTS, en la avenida Manuel Siurot. Si en este primer análisis se comprueba que el posible donante es compatible con algún paciente (posibilidad de 1 entre 4000) se le cita para nuevos análisis de sangre más completos que determinan, definitivamente, la compatibilidad entre el donante y el receptor. Si los resultados de esta última prueba resultan favorables se procede a la extracción de los progenitores hematopoyéticos.
Los progenitores hematopoyéticos o ‘células madre de la sangre’ se obtienen de la sangre periférica. Es un proceso similar a la aféresis de plaquetas o plasma. El proceso de extracción se realiza de forma ambulatoria, indican desde el CRTS.