Santa Ana, la patrona de la ciudad recibe la Medalla de Oro de Dos Hermanas, distinción más alta que otorga el Ayuntamiento
La patrona de la ciudad, Santa Ana, ha recibido la Medalla de Oro de Dos Hermanas.
El Pleno del Ayuntamiento nazareno ha aprobado otorgar la distinción más alta que puede otorgar la institución local, con motivo de la celebración del quinto centenario de la Hermandad.
El Alcalde, Francisco Rodríguez, insistió en que la entrega de la Medalla de Oro de Dos Hermanas a Santa Ana se debe a su unión indisoluble con la historia y cultura de la localidad.
«Incluso el nombre de la ciudad va de la mano de la figura de Santa Ana», indicó el regidor. «Más allá de creencias religiosas, hablamos de historia y tradición», subrayó y compartió unas palabras de la política andaluza Teresa Rodríguez que en su día dijo sobre la Semana Santa: «La Semana Santa como patrimonio y símbolo no es ni de la Iglesia ni del Estado, es del pueblo».
Reacción de la Hermandad
La Hermandad de Santa Ana, en boca de su Hermana Mayor, Eva María Ramírez, ha indicado que la entrega de la Medalla de Oro de Dos Hermanas «ha sido una alegría inmensa para todos nosotros. Para toda la Junta de Gobierno, para todos los hermanos más allegados que son los primeros que se han enterado, y, entiendo, que para toda Dos Hermanas porque era un anhelo muy antiguo».
En este sentido, Eva María Ramírez ha explicado que la Hermandad hacía tiempo que lo había solicitado. «Entendíamos que era de justicia que la Patrona de la ciudad, como a nosotros nos gusta considerarla, la nazarena más antigua del pueblo, pues tuviera el más alto reconocimiento que concede el Ayuntamiento de Dos Hermanas», ha subrayado.
Tanto ella como el Teniente Hermano Mayor, Agustín García, asistieron a la sesión plenaria en la que se aprobó la entrega de la Medalla de Oro de Dos Hermanas a Santa Ana.
«Fue muy bonito porque el alcalde hizo una argumentación de la propuesta muy bonita conectando la devoción a Santa Ana, que se remonta a 800 años porque, aunque la Hermandad cumple 500, la devoción es mucho más antigua, y entroncó esa devoción con el origen mismo del pueblo. Fue muy emocionante, muy bonito. Muy satisfechos y muy contentos», ha comentado la Hermana Mayor.
