Monumento para los reyes Fernando III y Alfonso X

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El monumento conmemorativo de ambos reyes se ha inaugurado en el espacio natural de la Laguna de Fuente del Rey 

La Concejalía de Participación Ciudadana y Fuente del Rey ha inaugurado el monumento conmemorativo a los reyes Fernando III y Alfonso X en la Laguna de Fuente del Rey, enclave historicista relacionado con la reconquista de Sevilla. 

A la inauguración, presidida por el Alcalde de la ciudad, Paco Rodríguez, asistió el escultor autor de la obra Antonio Luis Troya que expresó unas palabras a los vecinos y vecinas de la barriada,.

Asimismo hubo una destacada asistencia de representantes de entidades de la ciudad: Hermandad de Valme, la Asociación Vecinal Fuente del Rey, la Junta Directiva del CEIP San Fernando, la Asociación de Mayores de Fuente del Rey, Asociación Macarena Oliveros, Unión Deportiva Fuente del Rey, Cabildo Alfonso X, Pedro Sánchez, Manuel Sánchez de Heredia y Antonio López Gutiérrez.

El monumento

“Sobre un globo terráqueo, símbolo de su poder terrenal, se levantan dos espadas, símbolo de poder y de justicia. Ambas aparecen rematadas por sendas coronas reales. En la base del monumento el relato de la leyenda y sobre ella un cubo donde figuran simbólicamente los escudos de los reinos de Castilla y León; el signo rodado de los monarcas, símbolo de la magnificencia real y el escudo de Dos Hermanas”, explica el autor de la obra. 

Tras la conquista de Sevilla (23 noviembre 1248), Alfonso X procedió al reparto de tierras entre los diferentes estamentos sociales y eclesiásticos que acompañaron al monarca castellano en esta victoria. 

En él aparecen por primera vez topónimos como los de: Cuartos, Quintos, Borj Aben Haldón. Villanova Azequilla, Alquería de Hadayn, Borja Santarén, Bujalmoro, Almachar, Torre de los Herberos, que hoy forman parte del término de Dos Hermanas.

La reconquista y Fuente del Rey

La ciudad de Sevilla –Isbiliya- se encontraba sitiada por las tropas castellano leonesas de Fernando III desde agosto de 1247. Alrededor de la ciudad se establecieron una serie de campamentos desde los que se organizaban incursiones y preparaba el asalto definitivo a la ciudad. 

Uno de estos campamentos, situado en estos parajes, estaba al frente del maestre de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa. La tropa se encontraba cansada, agotada por el esfuerzo realizado y sobre todo, sedienta por el rigor del verano. 

Fernando III imploró la intervención divina y ordenó al maestre que golpeara una peña para conseguir el líquido elemento. Pelayo «hirió una peña con la lança, de la que brotó una fuente de agua», conociéndose este lugar como «Fuente del Rey». 

La historia pertenece al jesuita Juan de Pineda (1627), del resto se ha encargado la transmisión oral de la leyenda.