1987
Un grupo de entusiastas ha propagado la afición a este deporte
Cuentan que el waterpolo (conocido en sus inicios como “balonmano acuático”) surgió en Inglaterra cuando llevaban a los convictos de guerra al mar o a los ríos para asearse. El juego, entonces parecido al rugby, consistía en llevar la pelota al lado del oponente.
Cien años después, este deporte ha llegado a Dos Hermanas y lo ha hecho con una ilusión y una fuerza que augura un futuro prometedor. Quizá el buen papel de la selección española, que rozó la medalla olímpica en Los Angeles’84, y los cursos de natación que desde 1985 imparte el Patronato hayan tenido algo que ver en el entusiasmo que este deporte empieza a despertar en nuestra ciudad. Un puñado de chavales de 15 y 16 años esperan todas las tardes a que terminen los cursos de natación en las piscinas del Polideportivo Municipal y del Club La Motilla para entrenar y jugar al waterpolo.
Tras los veranos de 1985 y 1986, en los que un equipo de Dos Hermanas ha participado en algunos campeonatos provinciales celebrados en Camas o Castilleja, por fin en este verano de 1987 nuestra ciudad ha acogido, con gran éxito de público, su primer trofeo de waterpolo, disputado a un solo partido en San Hilario entre el equipo de este club y el de Vistazul. La semilla ha prendido, el waterpolo se ha puesto definitivamente de moda en las piscinas nazarenas y prueba de ello es que ya se está organizando una liga local con equipos participantes de distintas barriadas de la ciudad: Las Portadas, Entretorres, Federico Mayo, San Hilario, Vistazul, La Motilla, Club Natación Dos Hermanas y un equipo propio del Patronato Municipal de Deportes.
La ausencia de una piscina cubierta en Dos Hermanas hace inviable la continuidad de los entrenamientos durante el invierno, pero ese es ya un proyecto del que se habla con ilusión en el Ayuntamiento. Estamos seguros de que acabará construyéndose y de que la semilla sembrada dará sus frutos en los próximos años con excelentes generaciones de waterpolistas.
España-USA en el poli: el partido que prendió la mecha
A finales de junio de 1985 el Patronato de Deportes organizó en la piscina del Polideportivo Municipal un partido amistoso entre las selecciones de waterpolo de Estados Unidos (subcampeona en los últimos Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984) y España, que en la foto es la que va de blanco. A la derecha, con el número 5, Manuel Estiarte, que volvía a la selección.
Aunque la piscina no reunía las condiciones idóneas para la práctica del waterpolo (¡los jugadores hacían pie en una de las porterías!), ambas selecciones se lo tomaron como un entrenamiento de cara al Torneo Siete Naciones “Ciudad de Sevilla” que se iba a disputar a principios de julio en el Club Náutico, preparatorio para el Europeo de Sofía de agosto. Además de España y USA, compitieron potencias como Yugoslavia (campeona olímpica), Alemania Federal (bronce olímpico), Unión Soviética, Francia y Cuba.
Como se observa en la imagen, entre el público nazareno se congregó en primera fila un grupito de atentos adolescentes, amantes de la natación, que desde ese momento se sintieron fascinados y atrapados por este deporte. Fue en ellos donde prendió la mecha del waterpolo en Dos Hermanas, animados por su entrenador Miguel Angel Berrocal “Rocky”. Aunque en un principio entrenaron con pocos medios (ni siquiera tenían porterías), participaron ya, ese mismo verano de 1985, en un campeonato provincial celebrado por la Diputación en Castilleja de la Cuesta donde dieron la sorpresa plantándose en la final. El título estuvo a su alcance tras un tiro de revés de Mepi que no llegó a entrar.
