Nazarenos atrapados en Filipinas debido a la crisis del coronavirus

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Nazarenos atrapados en Filipinas

Los nazarenos atrapados en Filipinas se encuentran en la isla de Boracay

Lo que han sido y parecían unas vacaciones de ensueño se han convertido en una pesadilla para estos nazarenos atrapados en Filipinas. La pareja formada por Álvaro Lorenzana y Amara Calderón junto a su pequeña India, de tres años, salieron el pasado 18 de febrero rumbo a la isla filipina de Boracay con el objetivo de conocer esa zona y disfrutar de unos días de relax y desconexión al otro lado del mundo. Sin embargo, este periodo vacacional, sin lugar a dudas, será inolvidable para los tres ya que, en estos momentos, son tres nazarenos atrapados en Filipinas.

El estado de Alarma decretado por el Gobierno de la Nación les pilló en plena estancia de descanso y, aunque estaban informados en todo momento de lo que iba pasando, la sucesión de acontecimientos ha sido tan rápida que no han tenido tiempo material para poder reaccionar y regresar a nuestra ciudad.

Restricciones

Al principio, empezó a haber restricciones de no bajar a la playa, no salir,… pero lo peor ha venido cuando, al parecer, en el lugar en el que se encuentran, una localidad costera, el médico ha sido diagnosticado con Covid-19 y, por tanto, el centro sanitario se encuentra desatendido.

Angustia

La angustia y la impotencia son los sentimientos que invaden tanto a Álvaro como a Amara porque, además, de estar en un lugar sin condiciones óptimas se ven «encerrados» en una isla de apenas unos kilómetros de longitud. Ellos están confinados, siguen todas las recomendaciones para evitar ser contagiados y, sobre todo, que su pequeña no sea afectada. Además, según explica Lorenzana en su perfil de Facebook, las medidas de las autoridades filipinas ante quienes se saltan el confinamiento son durísimas.

En un primer momento, y antes de que hubiera tantos contagios, pensaron en marcharse al aeropuerto para coger un vuelo hasta Manila; sin embargo, comprobaron que había una gran aglomeración de turistas en la zona y que después de horas e incluso días, los vuelos no podían salir. Por precaución se mantuvieron en el lugar que estaban.

Administraciones coordinadas

Desde allí se han puesto en contacto con el Consulado Español y la Embajada en Filipinas y desde aquí, sus respectivas familias, se encuentran al habla con el Gobierno central y el autonómico, quienes se encuentran todos a una para poder repatriar, cuanto antes a los nazarenos atrapados en Filipinas.

Este periódico ha podido contactar con el padre de Álvaro y, con cierta preocupación nos habló de la coyuntura que están viviendo y agradece a todas las administraciones públicas implicadas su interés por solventar la situación. Pese al interés que todos ponen, el Gobierno filipino también ha dictado normas de confinamiento para evitar la propagación del virus y que tienen que ser compatibles con las existentes a nivel europeo y en España: es un momento delicado y sin precedentes.

Mientras tanto, a las familias sólo les queda contemplar la imagen que adjuntamos en la que los tres atrapados en Filipinas se encuentran en el avión de ida a su «paraíso vacacional» y esperar que pronto se repita para la vuelta. Deben esperar un poco más para tener entre sus brazos a su pequeña nieta y a sus padres.