Octavio Salazar estará en el debate del documental ‘El Proxeneta, Paso Corto, Mala Leche’ de Mabel Lozano
Mañana martes día 19, Octavio Salazar, Catedrático y Jurista español, miembro de la Red Feminista de Derecho Constitucional y la Red de Hombres por la Igualdad, estará de nuevo en Dos Hermanas, en el acto inaugural de las actividades de conmemoración del Día contra la Violencia de Género. Concretamente, Octavio Salazar participará en el debate sobre el documental ‘El Proxeneta, Paso Corto, Mala Leche’ de Mabel Lozano.
¿Cuál es el mensaje principal que desea transmitir a las nazarenas y nazarenos presentes en la inauguración del programa de actividades por el 25N?
Creo que cuando se habla del sistema prostitucional, que es como yo creo que debe denominarse, tendríamos que poner el foco en los sujetos que son los que generan la demanda y que por lo tanto mantienen el negocio de la explotación del cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Es decir, creo que es urgente que pongamos el foco en los hombres en cuanto sujetos prostituyentes y cuestionar críticamente un estatus de masculinidad que todavía hoy sigue legitimando nuestro control y dominio sobre las mujeres. Por eso siempre insisto en el que hoy por hoy la sexualidad masculina es un problema político, y la prostitución es la expresión más rotunda y evidente de nuestra supremacía.
¿Es la prostitución uno de los máximos grados de la violencia hacia las mujeres?
Sin duda, ya que supone su negación en cuanto sujetos autónomos, la más radical negación de su igual humanidad, en cuanto que las instrumentaliza y cosifica. Es una de las expresiones más brutales de un modelo de masculinidad que sigue entendiendo que nosotros tenemos un derecho de propiedad sobre las mujeres y sus capacidades. Forma parte pues de esa violencia estructural y simbólica que sufren las mujeres del planeta y con la que además muchos hacen un negocio millonario.
¿Cuál es la solución a la prostitución?
Yo soy abolicionista, lo cual, entiendo, ha de suponer la sanción y persecución de los sujetos prostituyentes, por supuesto también de los proxenetas, pero sin perder de vista cómo las mujeres prostituidas deberían ser objeto de programas sociales que les permitan tener salidas económicas y laborales. Es decir, no creo que ser abolicionista suponga ir en contra de los derechos de las mujeres prostituidas, al contrario, es la postura que mejor podría garantizarlos, sus derechos de ciudadanía e igual dignidad. Al mismo tiempo, sería urgente trabajar en el ámbito educativo y socializador para desactivar no solo la demanda de prostitución sino también el modelo de hombre machista que la alimenta.
Octavio Salazar es hombre y feminista, ¿qué mensajes directos puede lanzar a los hombres para que se conciencien de la necesidad de luchar para conseguir la igualdad real?
Yo siempre puntualizo que soy un hombre en proceso de ser feminista. Como todo hombre tengo una amplia mochila machista a mis espaldas y no sé si tendré vida suficiente para desprenderme totalmente de ella. Los hombres, por razones de justicia y democráticas, por razones que tienen que ver nada más y nada menos que con la efectividad de la igualdad y los derechos humanos, deberíamos sentirnos interpelados por las vindicaciones feministas y empezar a asumir la parte de responsabilidad que nos corresponde. Es urgente que abandonemos nuestros silencios cómplices con el machismo, que asumamos las responsabilidades que nos corresponden el ámbito privado y que dejemos el espacio que en lo público les corresponde a las mujeres.
¿Cómo analiza la situación actual en España entorno a la Igualdad y la Violencia de Género?
Tras las últimas elecciones, y el crecimiento espectacular de la extrema derecha, veo el panorama con preocupación. Estamos asistiendo a una revancha patriarcal y corremos el peligro de retrocesos y de pérdida de derechos, lo cual demuestra que la tarea feminista, que es la búsqueda permanente de la emancipación de los seres humanos con independencia de su sexo, está siempre abierta, que es una lucha en la que no podemos bajar la guardia. Hemos avanzado mucho en conciencia social, en conquistas jurídicas, pero nos sigue faltando igualdad real, la superación de la discriminación estructural que sufren las mujeres. Y para eso hacen falta compromisos políticos, recursos materiales y humanos, normas sí, pero también otra cultura, empezando por la jurídica que sigue siendo machista.
¿Cuál cree que es el término más adecuado para hablar de maltrato: Violencia de Género, Violencia Machista…?
Yo creo que hay que hablar de violencias machistas, en plural, porque son múltiples y variadas, y son la expresión de una cultura, el machismo, que parte de considerar el mundo dividido en dos ejes: la superioridad masculina y la subordinación femenina. El machismo no es sino la negación de la igual humanidad de las mujeres.
El acto de apertura del programa de actividades con motivo del 25N contará, además de con Octavio Salazar, con Mabel Lozano, autora del documental.