La gasolina del despegue de Dos Hermanas es su industria. Ella es la que atrae más población y más riqueza. El tradicional negocio de la aceituna se derrumba y es necesario diversificar la producción. El Polo de Desarrollo Industrial ha atraído hasta nuestra ciudad a decenas de empresas que dan trabajo y progreso a Dos Hermanas. Hace diez años, en 1964, se inauguró, al borde de la autovía (aún entonces en construcción), la fábrica Piensos Andaluces Compuestos S.A. (PACSA) Sanders, cuyo principal impulsor ha sido D. Leopoldo Salvador. Hoy, diez años después, se consolida como una de las marcas más pujantes del sector de la alimentación animal en Andalucía.
Con una plantilla cercana a la cincuentena de trabajadores y una flota de cuatro camiones y varias furgonetas que no dejan de dar portes, la fábrica produce entre tres y cinco milones de kilos de pienso al mes. Si algún año aparece la sequía y escasean la hierba y los pastos, los ganaderos y las cooperativas se ven forzados a alimentar a sus reses con pienso. Es entonces cuando Sanders arranca todos sus motores y no cierra por las noches: sus empleados trabajan las 24 horas (en tres turnos diarios) y se llegan a producir hasta 8 millones de kilos.
La empresa es joven y se mueve con impulso en un sector con mucha competencia. Para seguir creciendo, su principal objetivo es fidelizar al cliente fabricando piensos de cada vez mejor calidad. La máxima “somos lo que comemos” también es aplicable a los animales. Estos piensos son los que alimentan a los toros que se lidian en las plazas, a los pollos y las gallinas que nos aportan carne y huevos, a las vacas lecheras o a los cerdos que después se convierten en solomillos o exquisitos jamones, como los de Sánchez Romero Carvajal, de quien Sanders es suministrador. Deseamos a esta joven empresa nazarena un prometedor futuro, comenzando por un gran año 1974. ¡Adelante, Pacsa!
El trigo, de Rusia; el maíz, de Argentina y Estados Unidos
Sorgo, maíz y trigo son las materias primas con las que Sanders elabora sus piensos. Ingentes cantidades de estos cereales llegan por vía marítima al puerto de Sevilla, procedentes de varios puntos del planeta: el trigo, de Rusia; el maíz, de Argentina y, sobre todo, del estado norteamericano de Arkansas. El sorgo es español.
Los cereales se transportan en camiones hasta la fábrica y, antes de un elaborado proceso de transformación, se conservan en silos con capacidad para un millón de kilos. Para almacenar el maíz y evitar su fermentación, es necesario reducir previamente su alto nivel de humedad a un 13 o 14%. Para este fin, la fábrica tiene instalado un secadero que reduce este índice. En la foto, un camión de Sanders (con su logo: triángulo rojo sobre círculo azul) es rellenado, por su parte superior, por una partida de pienso lista para su transporte por las carreteras de Andalucía y España.