¿Quiénes son y adónde van los Adoradores Nocturnos de Dos Hermanas?

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Adoradores Nocturnos
Tras la procesión en plena noche, el Santísimo, bajo palio, entra en una abarrotada parroquia de Santa María Magdalena.

 1999 

En la madrugada del 19 al 20 de junio se celebró la Fiesta de las Espigas, con procesión del Santísimo y bendición de los campos

Corre 1999, el fin del milenio se acerca. A las 5,30 de la madrugada del 19 de junio, dos adolescentes, algo achispados, van de recogida por Los Jardines. De pronto, ven cómo en la puerta de la parroquia se organiza la salida de una procesión. Cientos de personas, elegantemente vestidas, escoltan entre rezos y oraciones a un pequeño palio. Todos los bares están abiertos. Hay ambiente de madrugá de Jueves Santo, aunque sea junio. Los dos jóvenes preguntan, curiosos. No tienen ni idea de qué se trata. “Es la procesión de la Adoración Nocturna”, les contesta alguien. Dos Hermanas tiene estos contrastes fascinantes.

Adoradores Nocturnos
Sello de la Adoración Nocturna.

Desconocidos para muchos, los Adoradores Nocturnos existen en Dos Hermanas desde 1906. Según sus bases doctrinales, “es una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche, para adorar a Dios en nombre de toda la humanidad”. Y así lo llevan haciendo desde que, en 1980, se recuperó esta tradición. Llueva o ventee, un viernes de cada mes (o sea, doce veces al año) los Adoradores se reúnen de madrugada en Santa María Magdalena. Se plantean temas de reflexión, se hacen lecturas, se dedica media hora para la meditación personal y finalmente se establecen turnos para velar al Santísimo toda la noche. “Los adoradores somos unos privilegiados”, nos dice Ángeles Cabezuelo, presidenta de la sección femenina. “El Santísimo es Jesucristo vivo y lo tienes para ti solo toda la madrugada”.

Pero a lo que asistimos esta noche del 19 de junio de 1999 es algo muy especial. Es la Fiesta Dicocesana de las Espigas, la última del siglo. Una vez al año, como si de un fin de curso se tratara, se designa un pueblo de la diócesis en el que se celebra esta vigilia extraordinaria. En Dos Hermanas se celebró en 1912, 1954, 1985 y esta de 1999. Hay prevista otra para 2006, cuando cuamplan los cien años.

Hoy han acudido adoradores y fieles de Sevilla, Benacazón, Cantillana, Sanlúcar, Castilleja, Valencina, Écija, Estepa, Herrera, Pruna, Pilas, Coria, Mairena del Alcor, Marchena y Paradas. Las hermandades de Dos Hermanas también se han sumado al evento. El templo de Santa María Magdalena está abarrotado.

Adoradores Nocturnos
El arzobispo se dirige a los fieles durante la Eucaristía.

Comenzaron los actos a las 22.15 con una procesión de banderas que, desde la parroquia del Amparo, recorrió las calles (Hacendita, Rivas, Plazoleta, Antonia Díaz, San Francisco) hasta llegar a Los Jardines. Tras la Eucaristía (presidida por el arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo) y la exposición del Santísimo, se llevaron a cabo, de 1 a 5 de la madrugada, cuatro turnos de vela. Los adoradores en turno rezaron el rosario; los que no, se quedaron en los salones parroquiales o picaron algo en los bares. Es un gran negocio para la hostelería del centro de Dos Hermanas. Antes del amanecer ya huele en Los Jardines a churros con chocolate.

Adoradores Nocturnos
Salida de la procesión rumbo a la Plaza del Arenal, donde se llevó a cabo la simbólica “bendición de los campos”.
La avanzada edad de los Adoradores Nocturnos y la ausencia de nuevos adeptos plantea la duda de su continuidad en el siglo XXI.

La procesión a la que aludíamos al principio comenzó a las 5 de la mañana. El párroco, D. Lorenzo Nieto, porta el Sacrísimo Sacramento bajo palio. Al llegar al altar instalado en El Arenal, se procede a la solemne bendición de los campos. Al regreso, sobre las 7, los Adoradores se despiden hasta el año próximo. Unos vinieron en autobuses y otros en coches particulares.

Una incómoda incertidumbre reina en la Adoración Nocurna de Dos Hermanas de cara al siglo XXI. En los años 80, cuando empezaron, rozaban los 50 integrantes entre hombres y mujeres. Desde entonces, algunos han fallecido y al resto (como a Gerardo Clares y Ángeles Cabezuelo, presidentes de las secciones masculina y femenina) les acucia la avanzada edad sin que se produzca inyección alguna de juventud entre sus miembros. ¿Hacia dónde se dirige la Adoración Nocturna? ¿Qué pasará cuando nadie acuda, un viernes de cada mes, a adorar al Santísimo?