El nazareno Salvador Calderón Barbero, enfermo de Hipertensión Pulmonar, ha solicitado a la gerencia del Hospital Virgen del Rocío la puesta en marcha de una consulta específica y especializada en esta enfermedad. Esta petición ha sido respaldada por la Fundación contra la Hipertensión Pulmonar.
“Antes, hace tres o cuatro años, nos llevaban en la séptima planta del Virgen del Rocío pero ahora nos derivan al Neumólogo y esta enfermedad la tiene que tratar un equipo especializado”, explica Salvador.
“El objetivo es tener un lugar de referencia, al que cualquiera pueda ir, una vez que le diagnostican la enfermedad, para resolver dudas, sus miedos, etc.
Los afectados se sienten “desamparados” y “desprotegidos”, según asegura Salvador. De hecho han puesto en marcha grupos de WhatsApp y Facebook en los que intentan resolver las dudas entre ellos.
La Hipertensión Pulmonar “se trata de una enfermedad rara, que no tiene cura. Se camufla porque algunos síntomas son parecidos al asma”. Salvador alerta que en Urgencias no existe un protocolo específico para cuando llega un paciente de Hipertensión Pulmonar.
Desde que a Salvador le diagnosticaron la enfermedad comenzó a luchar con el objetivo de avanzar en la investigación y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con Hipertensión Pulmonar. El hecho de que su hija también padezca la enfermedad le ha dado aún más fuerzas para seguir luchando.
En este sentido, consiguió un equipo de Reanimación Cardiopulmonar para el colegio de su hija, el Federico García Lorca, así como la formación de la comunidad escolar del mismo. Su familia también está realizando pulseras con las que han recaudado unos 18.000 euros que se han entregado a la Fundación para el proyecto de investigación Empathy.
Las personas que deseen contactar con Salvador pueden llamar al teléfono: 649580776.
La Hipertensión Arterial Pulmonar es una enfermedad incapacitante, mortal y actualmente sin cura. Las arterias que llevan sangre del corazón a los pulmones, las arterias pulmonares, se vuelven más angostas, dificultando el flujo sanguíneo a través de los vasos. La presión sanguínea se eleva a niveles mucho más altos de los niveles normales algo que pone mucha tensión en el ventrículo derecho del corazón, lo que causa que aumente de tamaño, se va debilitando gradualmente y pierde su habilidad para bombear suficiente sangre hacia los pulmones, algo que puede llevar a desarrollar un fallo cardíaco derecho. Esta enfermedad afecta tanto a niños, jóvenes como adultos.
Los síntomas de esta enfermedad es la falta de aliento durante el esfuerzo físico, como subir escaleras. La fatiga, el marero y desmayos también pueden ser síntomas. El edema en los tobillos, abdomen o piernas, piel y labios de color azul y dolor en el pecho pueden ocurrir cuando el esfuerzo del corazón aumenta.
Los últimos avances científicos han permitido aumentar la esperanza de vida de las personas afectadas, desde los tres años iniciales que se establecían al determinar el diagnóstico hasta los más de 20 que se han logrado en algunos casos.