“Todo el mundo se va a quedar asombrado con la puesta en escena del espectáculo”
Strad, el violinista rebelde, lleva toda la vida dedicado a este instrumento. De tocar en escenarios propios de música clásica pasó a estar en otros con camiseta y tirado en el suelo. Su espectáculo no deja indiferente a nadie.
Su nombre artístico es Strad, ¿por Stradivarius?
Puede parecer que venga de ahí pero no, no es así. He pasado por el conservatorio, he cursado másteres, grados,… y en todos sitios me obligaban a tocar en la posición más correcta, veía cuáles eran los mejores violinistas,… y todo aparecía en una revista llamada Strad, a la que me obligaron a suscribirme. Y le cogí tanta manía que digo, en acto de rebeldía, ese va a ser mi nombre.
Y a Strad le sigue ‘El violinista rebelde’…
Bueno eso ha sido casi obligado por mi madre porque decía que, de pequeño, era un niño insoportable; pero si decía ‘violinista insoportable’ nadie vendría a verme así que opté por ‘violinista rebelde’. Lo explico durante el concierto. Curiosamente ‘El violinista rebelde’ es el nombre de la gira – la anterior era ‘Confesiones’- pero casi que se va a quedar conmigo porque se olvida el Strad y no el violinista rebelde.
¿Qué vamos a ver sobre el escenario? Háblenos del espectáculo.
Será un espectáculo muy divertido; hay un monólogo entre canción y canción y momentos de risa que hacen romper la distancia con el público. Además, quedan atrás todos los estereotipos que puedas imaginar: llevamos una puesta en escena muy potente y creo que todo el mundo se va a quedar asombrado con el show. La gente baila, canta, se lo pasa bien,… y se olvida, por un rato, de los problemas de la vida.
¿Qué incluye su repertorio?
No lo sabemos porque lo decidimos encima del escenario. Tenemos un repertorio muy amplio y una vez allí mezclamos temas rockeros de Michael Jackson o ACDC con otros de Serrat o Falete. En este concierto haría yo algún bolerito y temas de Paco de Lucía, Manuel de Falla, temas propios,… En música, mientras se trabaje con respeto, todo vale.
Con sus espectáculos, ¿ha acercado este instrumento al público no entendido en música clásica?
Me gusta mucho cuando me dicen en redes sociales, por ejemplo, “mi hijo se ha pintado el brazo con rotulador y está dando saltos por la casa diciendo que quiere un violín”. Motivarlos es un paso importante. Me daba rabia trabajar mucho para una ópera y ver al público tan, tan, tan serio que yo decía ¡madre mía! ¿por qué? ¡y si les apetece ponerse de pie que se pongan! Echaba de menos ver a gente joven. Yo estaba haciendo ese tipo de conciertos y un día me vi, tirado en el suelo, sin camiseta, tocando el violín en un concierto de Extremoduro… Lo que hago me gusta y veo a público joven. Hay que seguir trabajando para que haya más gente así y que la música siga viva.
Grafitero sobre el escenario
Jorge Guillén, que es el nombre real de Strad, nos cuenta que sobre el escenario habrá un grafitero que pintará un mural en directo : “es parte de nuestro show y hace auténticas maravillas”. Además, junto a él estarán otros seis músicos que, como el artista nos cuenta, se conocieron, por casualidad: “después de una cena y charlar comprobamos que unos venían de la gira con Marta Sánchez, otros de Zubiri, de Ara Malikian, Extremoduro…
Éramos muy diferentes pero congeniamos y decidimos quedarnos juntos”. Strad intuye que la noche en el Auditorio será mágica…