Un american bully destroza la mandíbula a otro perro y su dueña se da a la fuga

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El american bully iba suelto y sin bozal y atacó a Lancelot que finalmente ha fallecido tras haber sido sometido a dos intervenciones de cirugía mayor

Nada hacia presagiar que aquél paseo por la zona del Lago de la Vida y el parque forestal Dehesa de Doña María acabaría en tragedia. Lancelot, un perro de agua de color negro, fue atacado por otro can, raza american bully, que iba suelto y sin bozal.

El dueño de Lancelot, José Granado, perdió la noción del tiempo, fueron minutos angustiosos en los que nada pudo hacer por separar a ambos animales. 

Cuando consiguieron separarlos, el american bully, incluso mordió a su dueña, según explica la propietaria de Lancelot, Remedios García.

Con el perro malherido en el coche fueron hasta su veterinario en Dos Hermanas que les derivó a otra clínica en Bellavista, y esta, a su vez, ya que necesitaba cirugía mayor, les recomendó otro centro veterinario en Sanlúcar la Mayor.

«Herida por mordedura en la zona del hocico, porción dorsal con fractura del tabique nasal y enfisema subcutáneo de la zona más rostral de la cavidad nasal», era el diagnóstico inicial. 

Además, presentaba desgarro en la unión de encía y mucosa de interior del labio. «En el plano nasal y labio superior presenta numerosas dentelladas, una de ellas más profunda en labio de lado derecho», indica el informe de la clínica Guadiamar.

Lo intervinieron de urgencia tras realizarle la oportuna radiografía. Tras 48 horas de hospitalización recibió el alta. Una vez en casa el perro no comía por lo que lo llevaron de nuevo a la clínica.

Los profesionales recomendaron una segunda operación. Pero Lancelot no aguantó. Una parada cardiorrespiratoria acabó con su vida tras pasar por segunda vez por el quirófano.

La dueña se dio a la fuga

Tras todo lo sucedido, los dueños de Lancelot tuvieron que realizar una labor de investigación para encontrar a la propietaria del american bully que atacó a Lancelot ya que ésta, según nos cuentan, se fugó sin dejar ningún dato.

Con el objetivo de que no ocurra más esta situación, concienciar sobre la necesidad de que los perros vayan atados y con bozal, especialmente los potencialmente peligrosos como este american bully, porque «igual que atacó a mi perro podría haber atacado a un niño… La gente es muy irresponsable. Será muy noble el perro pero en una rabieta mata», explica Remedios García que ha denunciado su caso ante la Policía solicitando responsabilidades a la propietaria del american bully.