Se trata de un personaje en el mundo de la Hostelería muy conocido y de familia antigua
Hoy nos vamos a referir a José Carlos Rubio Rodríguez, un personaje muy conocido en nuestra ciudad. Nació en Dos Hermanas el 21 de diciembre de 1965 y falleció el 7 de febrero de este año 2023 a la edad de cincuenta y siete años.
Pertenecía a dos viejas y conocidas familias. En efecto, era hijo de José Rubio Varela y de Francisca -Paqui- Rodríguez Martín, de la gente de los ‘Chapales’. Su padre tuvo varios trabajos, amén de estudiar en el seminario diocesano. Luego abrió una tienda en la Plaza de la Constitución, vulgo Los Jardines y, por último, trabajó con su cuñado el adinerado Manuel Rodríguez Martín, ‘Chapales’ en una tienda de electrodomésticos al principio de la calle Nuestra Señor de Valme, vulgo Real o Real Sevilla. Allí, también poseía su cuñado una corresponsalía del Bando de Andalucía. En cuanto a su madre, la conocida Paqui ‘Chapales’, era ama de casa.
Los abuelos de nuestro personaje eran por la parte paterna Francisco Rubio Sutil y Rafaela Varela Márquez y, por la parte materna, Manuel Rodríguez Hidalgo y Rosario Martín Martín.
Y se caracterizó su familia porque sus padres tuvieron muchos hijos, en concreto nueve: Francisco José, Manuel Jesús, Rafael, José, Rosario, Miguel Ángel, Francisca, nuestro biografiado y María Dolores. De ellos, viven seis habiendo fallecido Francisco José, Rafael y nuestro personaje.
Estudió en dos colegios de la Iglesia, los afamados centros de la Sagrada Familia de la Compañía de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y San Hermenegildo, vulgo Los Frailes, de la Congregación de Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores -fundación del capuchino Fray Luis Amigó y Ferrer, obispo de Solsona y luego de Segovia-.
Pero también nuestro biografiado estudió en el no menos afamado Instituto Nuestra Señora de Valme de nuestra ciudad.
Más, pronto, abandonó los estudios ya que a los quince años ya trabajaba en el bar ‘La Tasquita’ en el Llano, oficialmente llamado calle Virgen de la Soledad. Luego, se fue por su quinta al Servicio Militar, concretamente a Aviación, pero no terminó la milicia pues tenía los pies planos.
Posteriormente, trabajó con Antonio ‘Guirigú’, cuyo padre Manuel tenía un bar al principio de la calle Real, donde hoy se abre el Bar Mencey, el cual, por cierto, tiene unas atractivas y exóticas tapas, algunas de ellas de cocina canaria, lo que indica su mismo nombre, con el que se denomina en guanche a un rey canario. Por su parte, Antonio ‘Guirigú’ montó un bar frente al hipermercado Mercadona de la calle Nuestra Señora del Carmen, vulgo el Caminillo Real.
Con este último patrón, comenzó a trabajar en ferias. Allí, aprende verdaderamente hostelería pues empieza a cocinar, arte el de la cocina, que dominaba. Entre las ferias a las que acudía se encuentra la de la fabulosa y bella ciudad serrana de Constantina, que ya es sabido que se encuentra en Sevilla.
Después, nuestro personaje se independizó y empezó a acudir a las ferias de Sevilla y Dos Hermanas. En nuestra ciudad, cogió la caseta de Anidi durante muchos años y, luego, la del Partido Andalucista. Por otra parte, en Sevilla regentó las casetas ‘El Aliño’. Aparte con Antonio ‘Guirigú’, también llamado el ‘Dormido’ cogía casetas a medias como la del Banco Exterior.
Con posterioridad, ocupó el puesto de encargado en el bar ‘El Quijote’, que se encontraba en la calle del Canónigo, en el tramo entre la calle San Luis y El Arenal. Este último establecimiento era propiedad de Ángel Valdelvira, hermano de Paco, el del puesto del mismo nombre de la Plaza de la Constitución, vulgo Los Jardines.
Posteriormente, nuestro personaje abrió un bar en Chipiona, esa localidad donde veranean tantos nazarenos, cuya patrona es la Virgen de Regla y que es cuna de la gran Rocío Mohedano Jurado, conocida por Rocío Jurado.
Ahora bien, no sólo regentó este bar sino que igualmente abrió uno en el barrio de Sevilla Este, tan alejado del centro de Sevilla.
Luego, en la afamada discoteca 2001 de la Avenida de los Pirralos, abrió una hamburguesería y una pizzería. Como puede verse, el local era de comida norteamericana e italiana.
A continuación, se vino a trabajar al conocido bar ‘El Jaula’ en la céntrica calle San Rafael, una de las bocacalles de la calle Real.
Después, pasó a laborar como encargado en el no menos conocido bar Baker Street, paraíso para la población juvenil, situado en la calle Fernán Caballero, vulgo Las Morerillas, y que era propiedad del empresario Juan Barba.
Terminado este apretado recorrido por la vida laboral de nuestro personaje, hay que añadir que estuvo casado con Mercedes Herrera Gordillo, natural de Los Palacios y Villafranca. Tuvo dos hijos: José Carlos -pareja de la sevillana Ana Páez García, y que tiene una hija llamada Irina- y Álvaro que trabaja en Holanda.
Mas también nos interesa saber las aficiones de nuestro vecino. Las dos más señaladas es que amaba su trabajo y le gustaba salir de copas con sus amigos. De la misma manera le gustaba el fútbol. Era del Sevilla e iba con sus hijos a verlo jugar al estadio Ramón Sánchez Pijuán, se Sevilla, nuestra cercana capital. Ahora bien, no practicaba deporte alguno.
Igualmente, le gustaba viajar y acudía con sus hijos de vacaciones a las Baleares, especialmente a la isla de Mallorca y a las Canarias. No dejaba un año sus ansiadas vacaciones. Posteriormente, empezó a alquilar un apartamento en Isla Canela, en el término de la bella ciudad onubense de Ayamonte. En la urbanización donde veraneaba, existía piscina, se podía montar en bicicleta y se encontraban otros entretenimientos, como un parque infantil con toboganes.
En cuanto a su universo religioso, que tanto indica de la idiosincrasia de una persona, era hermano de la Borriquita y del Santo Entierro. Se trataba la primera de estas cofradías en la que se vestían los niños de la familia. Pero, la gran cofradía de su gente, era el Santo Entierro. Vistió la túnica de ambas. En la segunda, salió por primera vez con tres años y su hermano Manuel lo llevaba de la mano. Además, su gran devoción era la tan bella Virgen de la Soledad del Santo Entierro. Ello nos indica que se inclinaba más por las hermandades de penitencia. A ello hay que añadir que tenía una afición muy ilustrada como era visitar iglesias, en especial la Catedral Metropolitana y Patriarcal de Santa María de la Sede de Sevilla.
De todos modos, tengo que decir un poco de sus tíos porque algunos han sido muy importantes en nuestra pequeña historia local. Su padre, el mencionado José Rubio Varela, sólo tuvo una hermana Águila –conocida como Aguilita- que casó con el recordado valmista José Lozano Barbero.
Por su madre, tuvo nada más y nada menos que diez tíos. Serían once con la madre de nuestro personaje. Fueron Alonso, Francisco, Jesús y Manuel que murieron sin alcanzar la edad adulta. Luego viene María importante personaje que vivía en Sevilla y regentaba una Academia de la Parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, llamada también de San Clemente. A su vez, hay que mencionar a Dolores, soltera, a Rosario –casada con el militar Antonio Olaegui-, a Luisa, casada con el coriano José Japón, a Manuel –el famoso empresario casado con Carmen Ruiz, de la gente del ‘Chiquitín’- y, por último Concepción, monja carmelita descalza en el Monasterio de Nuestra Señora del Carmen y San Juan de la Cruz, de Mancera de Abajo, en la provincia y obispado de Salamanca y que fundó Santa Maravillas de Jesús, en el mundo María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán. En este recogido y austero convento, nuestra paisana Concepción en el mundo, tomó en religión el nombre de Rosario en recuerdo de su madre.
Y bien, acabo. Sólo me resta decir que José Carlos Rubio Rodríguez fue un conocido personaje en el mundo de la hostelería, perteneciente a una conocidísima familia, que ha dado personas importantes en la historia de nuestra colectividad, de Dos Hermanas.
Espero que con este pequeño artículo se sepa más de su larga estirpe.