1932
Dos obreras resultaron heridas ayer a las puertas de un almacén de aceitunas, agredidas durante un piquete
Los guardias de asalto han tomado Dos Hermanas ante el cariz violento que está tomando la huelga. Los agentes armados llegados desde Sevilla se han apostado en las entradas y salidas del pueblo y en las puertas de los principales almacenes de aceitunas. Además, se han cortado las comunicaciones telefónicas con varias haciendas, como Hornillo y Bujalmoro. La explosión de una bomba en el centro del pueblo, la pasada madrugada, ha terminado de exacerbar los ánimos y el miedo se ha apoderado de la población. El tiempo corre en contra de los jornaleros, que comienzan a sentir el hambre debido al impago de jornales. Los colonos, por temor a las coacciones, han suspendido las faenas de recolección.
Un paro obrero insostenible
Dos Hermanas sufre un paro endémico de unos 3.000 obreros, cifra que se ha elevado en torno a un 40% debido a la afluencia de familias de otros pueblos que han fijado aquí su residencia. Esta situación se ha agravado con la mala cosecha de aceitunas y por el rechazo de los sindicatos a la reforma agraria.
Aunque durante desde enero de 1932 se vienen sucediendo las huelgas (motivadas por la negociación de las bases de trabajo), la declarada por la CNT el pasado 20 de mayo ha prendido especialmente en Dos Hermanas. El pueblo se ha paralizado. En un principio, la huelga fue secundada solo por los campesinos, a los que se unieron, el día 24, los aceituneros, los albañiles y los chóferes de los sindicatos anarquistas y, más tarde, en solidaridad, los afiliados comunistas, entre los que se encuentran la mayor parte del gremio tonelero y los trabajadores de la industria textil. Los últimos en sumarse han sido los carreros y los barrenderos, mientras que los panaderos de Alcalá ya han anunciado que dejarán de suministrar pan.
Sin embargo, han sido las discrepancias entre sindicatos las que motivaron ayer momentos críticos.
Mientras que un grupo de muchachas recorría las casas particulares, obligando a las sirvientas a abandonar el trabajo, obreras de la CNT impidieron, mediante un piquete, que entraran a trabajar a un almacén las aceituneras adscritas al sindicato comunista, que no secundaba el paro. De los insultos se pasó a las agresiones, que solo cesaron cuando apareció la Guardia Civil. Dos mujeres resultaron heridas. Los agentes actuaron más tarde para disolver unos grupos que se hallaban en el paseo de Federico Caro.
Y anoche, una explosión
Para colmo, la pasada madrugada explosionó una bomba en el nº 18 de la calle Fermín Salvochea (Santa María Magdalena), fachada del domicilio del almacenista José Gómez Claro, padre del presidente de la patronal, Antonio Gómez Zambruno. Se cree que los autores del atentado huyeron en un coche por la carretera de Alcalá, aunque han sido registrados algunos domicilios en busca de armamento. Además, han amanecido arrancadas tres hectáreas de maíz y habas y desmochados los olivos de la familia del tesorero de la patronal.
Así está la situación a día de hoy. Esperemos que se calmen los ánimos. Seguiremos informando…
Comunistas contra anarquistas
Aunque el origen de la huelga está en el total desencuentro entre obreros y patronal, el desconcierto ha aumentado cuando se han hecho evidentes las discrepancias entre sindicatos. El Sindicato Único de Oficios Varios (de la CNT), de corte anarquista, se muestra frontalmente contrario a la Reforma Agraria. A él pertenecen la mayor parte de faeneros y campesinos de Dos Hermanas. Sin embargo, es la Unión Local de Sindicatos (o Sindicato de la Reconstrucción), de inspiración comunista aunque menos beligerante, el que apoyan los gremios aceituneros, toneleros, de albañiles u otros oficios como los carpinteros. En la fotografía, taller de carpintería de Antonio Varela Barbero.