Las fiestas patronales de Santiago y Santa Ana han alcanzado este año de 1924 un esplendor desconocido en años anteriores
Con gran espectacularidad recorrió las calles principales del pueblo la cabalgata cívico-militar que anunciaba, ya el día 24 de julio, los días festivos por venir. Desde la carroza, bellamente exornada por Diego Justiniano, saludaban con garbo y salero quince lindas señoritas nazarenas.
El viernes 25, festividad de Santiago, los primeros en madrugar fueron los músicos de la Banda Municipal, que ya a las cinco de la mañana recorrían las calles interpretando una alegre diana como antesala a la salida procesional del Santísimo a las ocho de la mañana. La procesión fue presidida por el alcalde José Gómez Martín “Culebra” y el delegado del gobierno, señor Borges. Les daba escolta un Escuadrón Real de Alfonso XII, al mando del oficial señor Ortiz.
Ciclismo, fútbol y baile
En la tarde del 25, el público se agolpó en el campo de foot-ball, donde se celebró una carrera de bicicletas en la que resultó ganador el corredor del “Sevilla Veloz Club” señor Santander, que venció a Chamorro, campeón de Andalucía. A continuación, se enfrentaron los afamados equipos San Juan F.C. y Dos Hermanas Football Club. Los nazarenos hicieron disfrutar a la hinchada venciendo por 5 goals a cero. A su término, un grupo de simpáticas postulantas recaudaron 400 pesetas en menos de media hora.
Por la noche, el paseo de Federico Caro y la calle Nuestra Señora de Valme, profusamente iluminados, vivieron una extraordinaria animación, especialmente cuando a las once de la noche se elevaron al cielo caprichosos castillos de fuegos artificiales. El baile en las casetas de los Círculos Conservador y Unión Comercial se prolongó hasta altas horas de la madrudada.
El día 26, Dos Hermanas amaneció con los balcones y aceras abarrotados de fieles para ver la solemne procesión de la patrona Santa Ana. Por la noche amenizaron los bailes en las casetas el quinteto Rojas y la Orquesta Alaska.
El domingo 27 puso el colofón la “Fiesta de la Flor”. Decenas de muchachas del populoso barrio de San José postularon por las calles recaudando 900 pesetas que irán destinadas al Sanatorio Antituberculoso de El Tomillar. En el Ayuntamiento, las altruistas muchachas fueron atentamente invitadas por las autoridades a un espléndido lunch consistente en vinos, fiambres, pastas y licores. Las autoridades que vinieron de Sevilla cenaron en casa del célebre Hipólito, regresando a Sevilla a las 4 de la madrugada.