Valme Prado ha conseguido, además, su mejor marca personal
La atleta nazarena Valme Prado ha conseguido un importante logro a nivel nacional en su disciplina deportiva. Valme Prado afirma que comenzó a practicar atletismo gracias a las carreras escolares que organiza el Ayuntamiento y en una de ellas, con 6 años, obtuvo su primer trofeo. Después, formó parte del Club Atletismo Orippo y ahora pertenece al Club Unicaja Jaén Paraíso Interior. Estudia Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad Pablo de Olavide.
Valme Prado responde a nuestras preguntas.
Tercera de España en el sub-23 al aire libre, celebrado en Sevilla, en el primer año en esta categoría, ¿cómo te sientes?
Siento que estoy en el camino correcto, que todavía me quedan muchos años para seguir aprendiendo y que estoy cogiendo experiencia en este deporte de cara a años venideros. Además, es una gran satisfacción y alegría poder subir al pódium nacional siendo de las más pequeñas de la categoría, más aún, si cabe, habiéndolo conseguido aquí en Sevilla con el apoyo de mi gente.
Además, has conseguido tu mejor marca personal, ¿qué supone esto para ti?
Supone una gran recompensa por el trabajo de cada entrenamiento. Mi entrenadora y yo sabíamos que podía hacer una gran marca ya que estaba entrenando mejor que nunca, pero no esperábamos que fuera en la final del Campeonato de España ya que el día de antes había corrido también en la semifinal y el gasto de energía había sido el doble. Con este logro tengo un “plus” de motivación para seguir mejorando aún más la temporada que viene.
Después del periodo de confinamiento, ¿qué tal ha resultado la vuelta a la competición?
Llevo compitiendo desde finales de agosto, y todos los fines de semana de septiembre sin parar. Pero ha sido muy nostálgico y extraño: los estadios estaban prácticamente vacíos ya que sólo podían entrar atletas, no se escuchaban ánimos de familiares, debíamos estar separados incluso de nuestros compañeros de club, no podíamos felicitar con un choque o un abrazo a los rivales una vez terminadas la pruebas…, ha sido como quitarle esa esencia familiar y acogedora que tiene el atletismo. Sin embargo, debemos adaptarnos a esta nueva normalidad por el bien y la salud de todos para de esta manera poder seguir compitiendo en lo que más nos gusta.
¿Cómo están siendo los entrenamientos en esta época de pandemia?
Lo peor sin duda fueron los meses de cuarentena, donde pude mantener un poco la forma física gracias a que mi tío me ayudó a encontrar una elíptica, pero psicológicamente era muy duro encontrar la motivación sin ningún objetivo. Ya cuando pudimos salir a la calle fue mucho mejor aunque también ha sido complicado entrenar en verano en esta temporada tan atípica, sacrificando querer ir a la playa o quedar con los amigos porque había que entrenar en las pistas. Pienso que el que algo quiere, algo le cuesta. Aparte, he tenido magníficos compañeros de entreno que lo han hecho más ameno y divertido.
Llevas muchos años en el atletismo, ¿qué significa esta disciplina deportiva en tu vida?
A día de hoy no me veo sin el atletismo. Llevo más de media vida con él y me ha enseñado mucho, no sólo en lo deportivo. Me ha hecho crecer como persona, a tener unos valores de constancia y sacrificio, me ha enseñado a afrontar las dificultades y a luchar por lo que se quiere. Además de todas las personas que me ha aportado, como mi anterior entrenador que hizo que me apasionara aún más este deporte y los amigos que me llevo. También espero estar ligada a él en un futuro de manera laboral puesto que me gustaría ser entrenadora cuando termine la carrera.
¿Cuál sería tu máxima aspiración en este deporte?
Supongo que todos los deportistas de competición tenemos un sueño común, al menos el mío: competir en unos Juegos Olímpicos, así como volver a vestir los colores de la selección de mi país. A día de hoy mi objetivo es mejorar como atleta y seguir disfrutando de mi pasión, segura de que con dedicación, unos padres que me apoyan, casta y coraje los sueños se pueden hacer realidad.